13 maneras de conservar tu comida más fresca
Comer fresco no solo se trata de ingerir
los alimentos al momento, o llevar a la
mesa algo que fue cosechado cerca de donde vives. Para comer fresco también
debes tener cuidados especiales con la comida en casa. Aquí unos consejos:
1. No todas las frutas van a la refrigeradora. Haces bien
poniendo la fruta en la refri, pero cuidado con las frutas tropicales como el
kiwi o el plátano. Esas se conservan mejor a temperatura ambiente.
2. Bayas y vinagre: Enjuaga las
bayas (fresas, frambuesas, arándanos, etc.) en agua con solo un poquitito de
vinagre antes de dejarlas en la refrigeradora. No agregues demasiado o te vas a
llevar una desagradable sorpresa.
3. Compra local, cuando sea posible: Trata de
comprar cosas que sabes que son producidas cerca de donde vives. Así no habrán
viajado un largo camino al supermercado. Y también le harás un favor al medioambiente.
4. Guarda las carnes y el pescado donde esté más fría la
refri: Si quieres que tus carnes y vegetales
se mantengan frescos sin congelarse, almacena las carnes en la parte más fría
de la refrigeradora –no la congeladora. Normalmente es abajo.
5. No sofoques tus alimentos: No dejes
frutas y vegetales en espacios cerrados como embaces de plástico o bolsas. La respiración
es una parte importante de la frescura de frutas y verduras, así que asegúrate
de no atar las bolsas ni tapar los recipientes donde coloques los vegetales.
6. Conoce a tus quesos: Este producto
puede ser complicado, pero hay una simple regla de oro para mantenerlo fresco.
Mientras más húmedo sea el queso, más susceptible es a los hongos. Los quesos
secos como el parmesano se mantienen por más tiempo, mientras que el
requesón y el queso mozzarella tienen una vida más corta.
7. Mantén un buen nivel de humedad en tus frutas, verduras, carnes y quesos - pero
sobre todo, en los vegetales de hojas verdes. Una buena técnica es enjuagar las
verduras y envolverlas bien en una toalla de papel, luego colocar en una bolsa
plástica las verduras envueltas para luego guardarlas en la
refrigeradora.
8. Restaura tus verduras: Cuando las
verduras comienzan a ponerse un poco viejas, trata de colocarlas en agua con
hielo durante varios minutos. El agua fresca penetra la piel y restaura esa
característica crocante.
9. No pongas en la refrigeradora a las papas: Estas se ponen dulces con el frío, ya que el
almidón se convierte en azúcar. Guárdalas en un lugar seco y fresco.
10. Congela tus hierbas: Puedes guardar
las hierbas frescas en el congelador. Sólo tienes que colocarlas en una bolsa
de plástico con cierre y las puedes congelar hasta por un mes.
11. Cuidado con los bichitos: El arroz y las pastas en general no se ponen mal.
Pero como ya sabes, a ciertos tipos de insectos muy pequeños -como los
gorgojos- les encanta meterse en las bolsas de arroz y pasta. Coloca hojas de
laurel dentro de tu despensa. El olor desalienta estos insectos.
12. Usa limón en las frutas: Si añades unas gotas de limón a la palta y la
manzana las mantendrás frescas y vibrantes.
13. Baña a tus papas: Sumerge
las papas recién cortadas en agua, así evitarás la oxidación y mantendrás su aspecto
y sabor antes de cocinar.
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